Por el Amor enviado, como un canto de aliento,
para besar las almas que forjan la esperanza
del hombre generoso, sembrador de confianza
en el seno de oro y luz del pensamiento.
Tu palabra se enrosca, desde su fundamento,
a la voz de los huertos, legado de la alianza
vital entre destinos, con sones de romanza,
y esa alba que nos tala dolor y sufrimiento.
Contigo los poetas cultivan los mensajes
abiertos a la vida de cualquier peregrino
que, en rosas y en diamantes, su credo se prodiga.
¡Oh San Juan!, tu embajada al caminante obliga
a ser el corazón de soles, que imagino,
en lucha persistente contra los vasallajes.